La ortodoncia infantil se centra en la corrección de problemas dentales y de la mandíbula en niños en crecimiento.
Su objetivo principal es prevenir, diagnosticar y tratar anomalías en el desarrollo de los dientes y la mandíbula, así como corregir maloclusiones y alinear los dientes de manera adecuada.
En la ortodoncia infantil, el tratamiento puede comenzar a una edad temprana, generalmente alrededor de los 7 u 8 años, aunque puede variar según las necesidades específicas de cada niño. Durante esta etapa, se evalúa la alineación dental y la mordida del niño para identificar posibles problemas y determinar el mejor momento para intervenir.
El tratamiento de ortodoncia infantil puede implicar el uso de aparatos ortopédicos y ortodónticos, como expansores palatinos, mantenedores de espacio, aparatos funcionales y brackets, entre otros. Estos dispositivos ayudan a guiar el crecimiento y desarrollo de los huesos maxilares y a alinear los dientes de manera adecuada a medida que el niño crece.
La ortodoncia infantil se recomienda cuando un niño tiene problemas de alineación dental, mordida o desarrollo mandibular que pueden afectar su salud bucal, función masticatoria, estética facial o calidad de vida.
Esto puede incluir apiñamiento dental, maloclusiones como mordida abierta o cruzada, hábitos orales como chuparse el dedo, problemas de espacio debido a la pérdida prematura de dientes de leche o dificultades para masticar o hablar.
La ortodoncia infantil puede corregir estos problemas y prevenir complicaciones futuras en el desarrollo dental y facial. Es fundamental que un ortodoncista especializado en niños evalúe y determine el tratamiento más adecuado de forma personalizada.
La ortodoncia infantil permite corregir problemas dentales y de la mandíbula en una etapa temprana, lo que puede prevenir complicaciones y reducir la necesidad de tratamientos más invasivos en la edad adulta.
Al influir en el crecimiento y desarrollo de los huesos maxilares y mandibulares, la ortodoncia infantil puede ayudar a mejorar la armonía facial y la estética facial del niño a medida que crece.
Corregir problemas de alineación dental y mordida en la infancia puede mejorar la salud bucal del niño y prevenir problemas como caries, enfermedades de las encías y desgaste de los dientes.
Algunos problemas de alineación dental y mordida pueden afectar la pronunciación del niño. La ortodoncia infantil puede corregirlos y mejorar la comunicación verbal del niño.
La ortodoncia invisible está recomendada para adolescentes y adultos que deseen corregir problemas de alineación dental como maloclusiones, apiñamiento o separación excesiva de los dientes.
El tiempo de tratamiento varía según la complejidad del caso, pero generalmente oscila entre 6 meses y 2 años.
Para obtener resultados óptimos se recomienda usar los alineadores transparentes al menos 22 horas al día.
La ortodoncia invisible puede corregir una amplia gama de maloclusiones, pero es importante que un ortodoncista evalúe tu caso específico para determinar si es el tratamiento adecuado.
Si olvidas usar los alineadores durante un período prolongado, es posible que experimentes un retraso en el progreso del tratamiento y que tus dientes no se muevan según lo planeado. Es importante seguir las instrucciones de tu ortodoncista y usar los alineadores según lo recomendado para obtener los mejores resultados.
La ortodoncia invisible puede ayudar a aliviar algunos síntomas de la disfunción temporomandibular (DTM) al corregir la alineación de los dientes y mejorar la distribución de la presión en la mandíbula. Sin embargo, en casos severos de DTM, puede ser necesario un enfoque multidisciplinario que incluya la colaboración con otros profesionales de la salud.
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