Los brackets metálicos tradicionales son los más comunes y económicos, pero existen brackets más discretos, como los cerámicos que se mezclan con el color de los dientes, lo que los hace menos visibles. Además, existen los brackets linguales, que se colocan en la parte posterior de los dientes y son prácticamente invisibles desde el frente.
La duración del tratamiento de ortodoncia con brackets puede variar según la complejidad del caso y los objetivos específicos de cada paciente. En general, el tratamiento suele durar de 18 a 36 meses, pero depende de cada situación individual.
El tratamiento de ortodoncia con brackets generalmente se divide en varias fases. Primeramente se realiza la evaluación inicial, con un examen completo de la boca del paciente y la formulación de un plan de tratamiento. Posteriormete, se colocan los brackets, para pasar a la fase en la que se realizan ajustes regulares para mover gradualmente los dientes a la posición deseada. Finalmente, se utilizan retenedores para mantener los dientes en su nueva posición.
Durante el tratamiento de ortodoncia con brackets, es importante una buena higiene bucal para prevenir la placa y la caries dental.
La ortodoncia con brackets suele recomendarse en casos de maloclusión severa y tratamientos complejos.
En situaciones donde se requiere un control preciso del movimiento dental, como en casos de corrección de la mordida o alinear dientes muy desviados, los brackets ofrecen una capacidad de control más detallada que otras opciones de tratamiento.
También hay que tener en cuenta la duración del tratamiento y consideraciones económicas, pero la decisión final siempre debe ser tomada en consulta con el ortodoncista, que evaluará las necesidades y preferencias individuales de cada paciente.
La ortodoncia con brackets ha sido utilizada durante décadas y se ha demostrado su eficacia en la corrección de una amplia variedad de problemas dentales, desde apiñamiento hasta maloclusiones más complejas.
Los brackets pueden utilizarse para tratar a pacientes de todas las edades, desde niños pequeños hasta adultos, y pueden abordar una variedad de problemas dentales, lo que los convierte en una opción versátil y adaptable.
Después del tratamiento, los resultados de la ortodoncia con brackets suelen ser estables y duraderos, siempre y cuando se sigan las indicaciones del ortodoncista y se utilicen los dispositivos de retención adecuados.
Trabajamos con brackets cerámicos y brackets linguales que se colocan en la parte posterior de los dientes. Son opciones estéticas para pacientes preocupados por la apariencia durante el tratamiento.
Los brackets aplican presión constante sobre los dientes, lo que gradualmente los mueve a la posición deseada.
eación dental como maloclusiones, apiñamiento o separación excesiva de los dientes.
Puede causar molestias leves al principio y después de los ajustes, pero por lo general es tolerable y desaparece con el tiempo.
Por lo general, se necesitan visitas de control cada 4 a 6 semanas para ajustar los brackets y monitorear el progreso del tratamiento.
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