La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que ocurre durante el sueño, caracterizado por episodios repetidos de pausas en la respiración o respiración superficial.
Estos episodios pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos y pueden ocurrir varias veces durante la noche. Los tipos de apnea del sueño más comunes son la apnea obstructiva del sueño (AOS) y la apnea central del sueño (ACS).
La apnea del sueño puede tratarse desde el punto de vista de la odontología mediante una variedad de enfoques, siendo uno de los más comunes el uso de dispositivos de avance mandibular (DAM).
Estos dispositivos son aparatos orales personalizados que se colocan en la boca durante el sueño y ayudan a mantener las vías respiratorias abiertas al mover la mandíbula hacia adelante y mantener la lengua en una posición que evita la obstrucción de las vías respiratorias.
Los dispositivos DAM son especialmente útiles para tratar la apnea del sueño leve a moderada y para pacientes que no toleran el uso de una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) o que prefieren una opción más cómoda y menos invasiva.
Si no se trata adecuadamente, la apnea del sueño puede suponer un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes.
Se recomienda tratar la apnea del sueño si hay varios síntomas como ronquidos fuertes, pausas en la respiración durante el sueño, somnolencia diurna excesiva, fatiga, dolores de cabeza matutinos, dificultad para concentrarse, irritabilidad u otros síntomas relacionados con el sueño.
Además, es importante abordar este problema si el paciente presenta factores de riesgo, como obesidad, tener un cuello grueso, antecedentes familiares de apnea del sueño, tabaquismo, consumo de alcohol o sedantes antes de acostarse, o tener ciertas características anatómicas, como una mandíbula pequeña, una lengua grande o amígdalas agrandadas.
La apnea del sueño puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona y además aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones de salud asociadas.
Los dispositivos orales utilizados en el tratamiento de la apnea del sueño son totalmente personalizados y menos invasivos que otros enfoques, como la cirugía, con menos riesgos y molestias para el paciente.
Al mejorar la calidad del sueño, los pacientes pueden experimentar un aumento en la energía y la vitalidad durante el día, lo que les permite realizar sus actividades diarias con mayor eficacia y disfrutar de una mejor calidad de vida.
Al mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño, los tratamientos odontológicos pueden mejorar la calidad del sueño del paciente y reducir los despertares frecuentes y la somnolencia diurna excesiva.
Los dispositivos orales pueden ayudar a reducir o eliminar los ronquidos fuertes asociados con la apnea del sueño, lo que mejora el descanso del paciente y la calidad del sueño de su pareja.
Un dispositivo de avance mandibular se coloca en la boca durante el sueño y ayuda a mantener la mandíbula en una posición adelantada, lo que evita el colapso de las vías respiratorias superiores.
Algunas personas pueden experimentar molestias temporales, como sensibilidad dental o problemas de mandíbula, al principio del tratamiento, pero estas molestias suelen desaparecer con el tiempo.
La cantidad de tiempo que se debe usar el dispositivo oral cada noche puede variar según las necesidades individuales del paciente y las recomendaciones del odontólogo. Por lo general, se recomienda usarlo durante toda la noche.
Si experimenta efectos secundarios con su dispositivo oral, como dolor de mandíbula, molestias en los dientes o problemas para respirar, debe comunicarse con su odontólogo lo antes posible.
Su odontólogo evaluará cualquier problema dental preexistente y determinará si es seguro y apropiado para usted usar un dispositivo oral para la apnea del sueño.
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